Con ese nombre no tenía mucha esperanza pero la verdad es que fue una grata sorpresa. Local pequeño y agradable,aunque estábamos algo apretados pq hay poca distancia entre mesas. Hay opción de menú,entre semana,pero pedimos de carta. Lo mejor los primeros entre los que destacaría "el mil hojas con tarta de casar" o la "cassoleta de botifarró",de segundo un buen lomo de atún. Teniendo en cuenta que eramos cuatro,que cayeron dos botellas de vino,los casi 40€ son muy ajustados y lo hacen recomendable.
Para mi ya era un viejo conocido y sinceramente no guardaba un grato recuerdo..., pero me sorprendió para bien. Tras la última experiencia lo hacía más un sitio de desayunos que no de cenas, pero mi opinión ha cambiado.
Local acogedor, quizás algo pequeño el espacio entre las mesas, pero se está a gusto, también te sientes muy bien atendido en todo momento.
En cuanto a los primeros, sin duda me quedo con el " mil hojas con Tarta de Casar ", y los rovellons le siguen de cerca y además.. qué mejor que comer platos de temporada.
Respecto al segundo, pedí atún pero ahí si salí algo decepcionado, quizás tenía las espectativas demasiado altas tras los primeros.
En donde no tengo duda que acertamos fue en el postre, buena y ligera tarta rusa para acabar con nota.
Vinos, algo clásicos y si bien tienen variedad de Torres, del resto, se quedan algo cortos.
Al final... buen sitio, ajustado de precio pero seguro repetiré.
Estuve dos veces en una semana comiendo allí, y tengo que decir que me llevé la misma impresión las dos veces. A mí personalmente me gustó, y lo veo calidad - precio bastante bueno.
De los primeros me quedo con las mil hojas con Tarta de Casar...
Yo tomé la Tatin de Foie, muy buena!
Sobre los vinos no hay una carta muy original, quizás les faltase algo de temperatura al vino ya que las tienen a la vista las botellas. Cuando enciendan la calefacción quizás tengan un problema....
Restaurante pequeño y acogedor y buen servicio. Tiene menu cerrado pero al final pedimos a la carta. De primero me encantaron los robellons y la cassoleta. De segundo tomé el bacalla a la llauna, un clasico que siempre me gusta si esta bien cocinado y estaba muy rico. Tiene una carta de vino clasica y diria un poco cara. Recomendable para quien busca restaurante del example de toda la vida.
4 comentarios:
Con ese nombre no tenía mucha esperanza pero la verdad es que fue una grata sorpresa.
Local pequeño y agradable,aunque estábamos algo apretados pq hay poca distancia entre mesas.
Hay opción de menú,entre semana,pero pedimos de carta. Lo mejor los primeros entre los que destacaría "el mil hojas con tarta de casar" o la "cassoleta de botifarró",de segundo un buen lomo de atún.
Teniendo en cuenta que eramos cuatro,que cayeron dos botellas de vino,los casi 40€ son muy ajustados y lo hacen recomendable.
Para mi ya era un viejo conocido y sinceramente no guardaba un grato recuerdo..., pero me sorprendió para bien. Tras la última experiencia lo hacía más un sitio de desayunos que no de cenas, pero mi opinión ha cambiado.
Local acogedor, quizás algo pequeño el espacio entre las mesas, pero se está a gusto, también te sientes muy bien atendido en todo momento.
En cuanto a los primeros, sin duda me quedo con el " mil hojas con Tarta de Casar ", y los rovellons le siguen de cerca y además.. qué mejor que comer platos de temporada.
Respecto al segundo, pedí atún pero ahí si salí algo decepcionado, quizás tenía las espectativas demasiado altas tras los primeros.
En donde no tengo duda que acertamos fue en el postre, buena y ligera tarta rusa para acabar con nota.
Vinos, algo clásicos y si bien tienen variedad de Torres, del resto, se quedan algo cortos.
Al final... buen sitio, ajustado de precio pero seguro repetiré.
Un saludo,
Estuve dos veces en una semana comiendo allí, y tengo que decir que me llevé la misma impresión las dos veces. A mí personalmente me gustó, y lo veo calidad - precio bastante bueno.
De los primeros me quedo con las mil hojas con Tarta de Casar...
Yo tomé la Tatin de Foie, muy buena!
Sobre los vinos no hay una carta muy original, quizás les faltase algo de temperatura al vino ya que las tienen a la vista las botellas. Cuando enciendan la calefacción quizás tengan un problema....
Restaurante pequeño y acogedor y buen servicio. Tiene menu cerrado pero al final pedimos a la carta.
De primero me encantaron los robellons y la cassoleta. De segundo tomé el bacalla a la llauna, un clasico que siempre me gusta si esta bien cocinado y estaba muy rico.
Tiene una carta de vino clasica y diria un poco cara.
Recomendable para quien busca restaurante del example de toda la vida.
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